Después de despedirnos de nuestro #bebeestrella me subieron a la habitación. El vacío que sentíamos era tremendo. Estábamos en shock.
Esa noche oía a los otros bebés llorar. Cada uno de esos llantos era como una puñalada porque ninguno era de mi niño... Tengo los recuerdos muy borrosos de esa tarde-noche, pero sí que tengo muy presente cómo me dieron el alta tras comprobar que no había quedado ningún resto en mi #utero.
Estuvimos esperando un par de horas en la habitación ya con todo recogido para irnos. Yo ya no aguantaba mi cuerpo sentado y me medio recosté en la cama. Entonces entró una de las #doctoras y me dijo "ale, ale, a partir de ahora, vida normal".
Perdona???? Cómo puedes hablarme así? Cómo puedes hacer que aquí no ha pasado nada y vuelva a "mi vida normal"? En serio, eso lo llevo clavado en el alma.
Nos dijo que volvería a pasar para darnos la hoja del alta y tardaron otras dos horas hasta que ya decidimos dar un toque... No sabemos si es que se le olvidó o qué, pero ya estaba la hoja y no tuvo narices a avisarnos.
Nos fuimos a casa con el corazón encogido, devastados, exhaustos y con los brazos vacíos...
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